lunes, 28 de julio de 2008

adiós a un tipo decente


MURIÓ OSVALDO ALVAREZ GUERRERO


Corría el año 1989, presidia yo la Juventud Radical, acababa de asumir Menem, y dentro del desconcierto encontrábamos una voz que nos señalaba que podía pasar con el nuevo gobierno y que se debía hacer con el radicalismo: era Osvaldo Alvarez Guerrero, que con humildad nos visitó en Zárate y nos decía que con militancia,y compromiso podíamos revertir la historia. Mi incorporación al ARI, fue através de la Fundación Illia; que él presidía; luego desavenencia con Elisa Carrió, hizo que el flaco dejara el ARI, junto con tipos honestos y brillantes como Gustavo Callejas, quizás la primer perdida lamentable que tuvo el ARI de las tanta que hemos tenido desde su fundación-un debate que es toda una asignatura pendiente para dar-. Con la muerte del "gallego" o el "flaco", la política pierde un tipo digno, un intelectual-que tanto hacen falta-alguien que nunca cambió ideología por apetencias personales.-LUIS SELLÁN-


SU PERFIL

Abogado, radical, intelectual de centro izquierda, falleció esta madrugada en Buenos Aires. Osvaldo Álvarez Guerrero fue el primer gobernador después del retorno a la democracia en Río Negro. Estaba internado desde el jueves, luego de sufrir un accidente cerebro vascular. Tenía 77 años. De 10 a 14, será velado en el Comité Nacional de la UCR, en Alsina y Entre Ríos. "El Flaco", como era conocido en el ámbito político, fue uno de los fundadores del Movimiento de Renovación y Cambio que condujo Raúl Alfonsín. Se había afiliado a la UCR del Pueblo, en 1958, en Vicente López, y mantuvo su afiliación a la UCR sin interrupciones desde entonces. En el Comité Seccional de dicha Ciudad de la Provincia de Buenos Aires, fue Secretario de la JR, y Secretario del Comité Seccional, a los 22 años de edad - en 1963. En junio de 1964 se trasladó a Viedma, provincia de Río Negro, y fue designado Subsecretario de Asuntos Sociales en el Gobierno constitucional del radical Carlos Nielsen. En ese cargo permaneció hasta el 28 de junio de 1966, fecha en la que se produjo el golpe de estado que destituyó al Presidente Arturo Illia y que instauró la dictadura militar del General Onganía. Durante esos años, fue Profesor de Sociología en el Instituto Superior de Humanidades de Río Negro y fue delegado reorganizador de dicho establecimiento terciario. Presidió el Instituto Provincial de Vivienda, el Instituto de Previsión Social, y organizó la Dirección de Cultura. Después del Golpe Militar de 1966, se estableció en San Carlos de Bariloche, donde ejerció la profesión de abogado, la docencia (Filosofía y Lógica Simbólica), y el periodismo (corresponsal de La Nación). En 1968 fue premiado por la Revista de Occidente para ensayistas menores de 30 años, por su trabajo "Mariano José de Larra y la Generación Argentina de 1837", publicado en esa revista española que fundara Ortega y Gasset. En 1972 integro la Junta de reorganización de la UCR en Río Negro. Fue uno de los fundadores del Movimiento Nacional de Renovación y Cambio, línea interna de la UCR, que se constituyó bajo el liderazgo de Raúl Alfonsín y Conrado Storani, en 1972. Fue elegido Diputado Nacional por la UCR de Río Negro en 1973, fecha en la que también ocupó la Presidencia del Comité Provincia de Río Negro. En la Cámara de Diputados de la Nación integró el grupo de los Diputados de Renovación y Cambio, junto a Raúl Borrás, Mario Abel Amaya, Adolfo Gass, María Teresa Morini y Carlos Bravo. Integró la mesa directiva del Bloque de Diputados Nacionales y las de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Hacienda, Comunicaciones y Ciencia y Tecnología, ésta última creada por su iniciativa. Intervino en todos los debates importantes durante ese periodo de 1973-76: Ley Universitaria, Reforma Impositiva, Comisión Investigadora de los contratos telefónicos, Intervención Federal en la Provincia de Córdoba, entre otros. Producido el Golpe de Estado que estableció la dictadura del Proceso de Reorganización Nacional, fue detenido desaparecido durante 72 horas. La intervención del partido y la gestión de denuncia de Illia lograron su puesta en libertad, pero no impidieron que se le anulara el pasaporte y se le prohibiera viajar al exterior. Durante la dictadura fue destacado defensor de detenidos políticos. Ocupo cargos directivos en el Colegio de Abogados de Bariloche, y en la Federación Argentina de Colegio de Abogados. Sus notas y actividades opositoras al Proceso, fueron sancionadas por un decreto de la Gobernación de Río Negro, por el cual se le prohibió toda aparición pública y se lo declaró "inhabilitado para el diálogo". Una nota periodística le otorgó trascendencia nacional e internacional, al oponerse en ella a la invasión militar que originó la Guerra de las Malvinas. Durante todo ese período de la dictadura fue activo colaborador de Alfonsín y Conrado Storani; participaba en las actividades clandestinas de la UCR, prohibidas por el régimen y en octubre de 1983, fue elegido Gobernador de Río Negro con el 63% de los votos. Cumplió íntegramente el mandato, entre 1983-87. Su gestión fue reconocida por su progresismo: reforma educativa, promoción de los derechos humanos, protección de los derechos sociales, políticas de Vivienda y Construcción de importantes obras publicas, gasoductos y líneas eléctricas de Alta Tensión, Plan de Salud e instauración y extensión del Seguro de Salud. Promovió la Reforma de la Constitución de Río Negro para adaptarla al "Proyecto Nacional" de Alfonsín, que contemplaba también el traslado de la Capital Provincial, cuando Alfonsín pensaba trasladar la capital nacional a Viedma. Su proyecto de Reformas excluía expresamente la reelección del gobernador, que rechazo explícitamente. En 1986, publicó su primer libro: Política y Ética Social. Yrigoyen y el Krausismo. Al año siguiente, la UCR triunfó en las elecciones, y Álvarez Guerrero fue elegido diputado nacional (1987-1991). En 1989 publicaría un segundo libro, Las Razones de la Libertad (Las Plataformas de la UCR 1937-1989), y en 1991 su tercero Las Mascaras del Poder. Lebensohn y Cooke. En 1991, fue electo Presidente de la Convención Nacional del ese Partido. Desde ese cargo se opuso tenazmente al Pacto de Olivos y a la Reforma de la Constitución consecuente, como también se opuso a diversas políticas menemistas: en 1992 denunció la ilegalidad e inconveniencia de la privatización de YPF y luego plantearía oposición a las privatizaciones de empresas estatales de servicios públicos esenciales y propuso su revisión legal. En 1994 renunció al cargo, por oposición a las nuevas líneas políticas que condujeron a la Candidatura a Presidente de Horacio Massaccesi y al pactismo con el Gobierno de Carlos Menem que se originó la Reforma Constitucional de 1994. Desde entonces se dedicó al estudio y la investigación de temas como el análisis del discurso político y la filosofía social; a la tarea docente (UBA-Ciencias Políticas), y dio conferencias en seminarios y coloquios en Universidades e Instituciones académicas nacionales y extranjeras. Presidió la Fundación Arturo Illia para la Democracia y La Paz.

martes, 15 de julio de 2008




DESDE EL MIRADOR POR: LUIS SELLÁN
LA ARGENTINA DIVIDIDA:
NI EL CIELO NI EL INFIERNO
La Argentina de hace más de 100 días, se conduce lamentablemente a una nueva división social más en su historia. Como Unitarios y Federales, la “chusma” radical y la gente “decente”, peronistas y gorilas, hoy la disyuntiva parece ser campo anti-campo u oligarquía – campo nacional y popular. Parece ser digo, porque en realidad creo se parece más a la pelea de dos mafiosos por un fangote de guita a repartir.
En el medio está la gente, en el medio está gente entrañable en ambos lados, y en cada lado están dos interlocutores visibles; el gobierno y los ruralistas; que increíblemente dicen estar defendiendo los mismo intereses, ambos critican la llamada sojización, ambos dicen que los otros quieren favorecer los pooles de siembra, ambos aseguran defender los intereses populares.
Este conflicto tiene según mi visión, la virtud; o debería tenerla mejor dicho; de ayudarnos a pensar un tema que escasamente analizamos, que es: la distribución del ingreso, cuando en los noventas desde la CTA planteábamos la disyuntiva de la distribución, no faltaban algunos personajes- hoy paradójicamente kirchneristas-que acusaban de irresponsables a quienes planteábamos esto porque poníamos en riesgo la estabilidad lograda.
Por otro lado este conflicto se parece a la guerra de Malvinas; no la que vivieron nuestros combatientes; sino la que vivimos nosotros desde acá, en los bares, esperando el mundial. No faltaba que apareciera cualquier hijo de vecinos que nos explicaba sobre estrategia militar, sobre geopolítica, y sobre todo las razones “técnicas” que harían imposible el triunfo ingles. Hoy cualquier “chichitrulo” es experto en economía agraria, espero que el final no sea el mismo de la guerra de Malvinas.
La cuestión es que tanto gobierno y campo, nos quieren poner en una disyuntiva entre el cielo y el infierno, o estás conmigo o sos un golpista, o estás conmigo o apoyas a este gobierno corrupto y totalitario. Si uno volviera, después de estar congelado algunos años y lee los diarios de hoy y deseas elegir uno de los actos se encontraría con esta contradicción: Podríamos ir al acto del gobierno, ¡ qué mejor que marchar con las madres de plaza de mayo, las abuelas, el instituto de fondos cooperativos, sectores de la Cta., con algunos artistas entrañables!; aunque claro, también podremos ver a a Moyano, intendentes impresentables del conurbano, a Scioli; el mismo que llegó a la política de la mano de Menem. Y si vamos al acto campestre de Palermo podremos ver mucha gente honesta no arreada como ganado o con permiso laboral para ir al acto, también otros sectores de la CTA, pero podremos ver a los Rodríguez Saa, al impresentable Barrionuevo; el mismo que dijo no habría que robar por dos años; ahora abrazado a la sociedad rural, una fotografía vergonzosa que mancha lo digno que puede tener este acto. Ojala esta tarde algunos de los oradores le diga a Cecilia Pando que se vaya, que no necesitan de su apoyo; -“Váyase señora, porque usted es una hija de puta que apoya al genocida Videla”-. Pero quizás sea demasiado pedir.
Yo no elijo ni el cielo ni el infierno, creo que en ambos lados se reflejan los dos sitios, además como saber cual es cada cual, ojala este conflicto nos ayude a pensar, y que no nos pase como en el 82, mientras gritamos un gol al lado se nos está haciendo pedazos la república.

miércoles, 9 de julio de 2008

SE HIZO JUSTICIA



CONDENARON A CADENA PERPETUA AL ASESINO DEL MAESTRO FUENTEALBA


Darío Poblete, cabo de la policía neuquina, fue sentenciado este mediodía a prisión perpetua por el crimen del maestro Carlos Fuentealba, sucedido el 4 de abril del año pasado.
La audiencia se había iniciado pasadas las 9, en medio de un paro docente que implicó la concentración de maestros, estudiantes y estatales quienes aguardaron el resultado de la sentencia.
El único imputado por el crimen del maestro fue sentenciado por el delito de “homicidio calificado por haber sido cometido por un miembro integrante de las fuerzas policiales abusando de su función”, con el agravante de haber sido cometido con los delitos de violencia y alevosía.
Esto implicó una "condena total de prisión perpetua más la inhabilitación perpetua y las costas del proceso".
Conocida la sentencia, Sandra Rodríguez, viuda del maestro, estalló en lágrimas, al tiempo que los manifestantes, nucleados en el ex edificio de la Legislatura provincial, festejaban con gritos y cánticos.
En diálogo con Críticadigital, Rodríguez relató que “en el momento de la sentencia quise mirar la cara de Poblete y busqué a mi hija Carla para que estuviera a mi lado, mi otra hija Ari estaba afuera, y al abrazarla fue la forma de sentirlo a Carlos, me encontré en una de las situaciones más cotidianas que eran los abrazos de Carlos.”
Poblete fue el último en llegar al recinto, colmado por allegados a la víctima, dirigentes gremiales y miembros de organizaciones sociales. El único imputado ya tenía dos condenas: una de 1997, por “apremios ilegales”, y otra de 2006, por “vejaciones”, la cual implicó dos años de prisión efectiva e inhabilitación por cuatro años.
Como se esperaba, los jueces rechazaron el pedido de nulidad presentado por el abogado del policía, Ladislao Simón. Mario Rodríguez Gómez, presidente de la cámara, consideró "certeramente probada" la autoría del crimen por parte de Poblete y calificó a la represión ordenada por el gobierno de Jorge Sobisch como “brutal y exagerada”, según consignó el portal 8300.
Gómez señaló que el testimonio de la docente Marcela Roa tuvo un peso fundamental en la decisión del tribunal. La testigo, según el magistrado, "no le quitó la mirada" al autor del disparo, a quien identificó más tarde en la rueda de reconocimiento de testigos y en el debate oral.
Respecto a la sentencia de perpetua para Poblete, la mujer de Fuentealba dijo sentirse conforme. “Realmente estoy satisfecha en que la justicia neuquina haya avanzado en la autoría material, este es el primer paso para llegar a la justicia del asesinato de Carlos, a sus autores intelectuales.”
A su vez, Marcelo Guagliardo, secretario General de la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN), afirmó a Críticadigital que los docentes tenían “la convicción de que Poblete era el autor material y debía tener perpetua porque actuó de forma cobarde, disparando con un arma por la espalda al auto donde estaba Carlos y hoy recibimos el fallo, que no lo tomamos como triunfo, ni como victoria, porque nada nos devuelve a Carlos, pero sí como una reivindicación cumplida gracias a la lucha de todos los docentes”.
Fuentealba murió tras sufrir el impacto en su cabeza de un cartucho de gas lacrimógeno, disparado por una escopeta lanzagases a no más de 7 metros, que le produjo el hundimiento de cráneo.


SOBISCH TAMBIÉN

Tras conocer la sentencia, Sandra Rodríguez reiteró su pedido de que el ex gobernador neuquino Jorge Sobisch sea juzgado como "autor oculto" del crimen de su esposo. “Ahora queremos reactivar la ‘Causa Fuentealba 2’, porque para llegar a que se haga justicia necesitamos que la investigación gire y que a Raúl Pascuarelli y David Salazar (Subsecretario de Seguridad y Jefe de la Policía provincial, respectivamente) no se los impute por negligencia, sino que se los responsabilice con forma de dolo, porque los jefes policiales no estaban en otro lado".
Además precisó: "Necesitamos saber qué ordenes recibieron de Sobisch. Pascuarelli dijo que Sobisch estaba perfectamente al tanto, y él obviamente faltó a la verdad (en el Juicio a Poblete) al decir que desconocía lo sucedido en Arroyito”.
Guagliardo afirmó que durante el juicio al policía se avanzó bastante en la causa que investiga la responsabilidad intelectual del crimen de Fuentealba -actualmente en etapa de instrucción- dado que "hay más pruebas que hacen que sea posible" probar la autoría de Jorge Sobisch.


domingo, 6 de julio de 2008

LOS ENTRETEJIDOS DE UNA LEY

Volver a empezar

“No le debemos nada a nadie. Todo el viejo peronismo votó en contra”, dicen en el Gobierno. Las cuentas y llamadas a la madrugada. Las negociaciones con el SI y el socialismo. Preocupación por la asistencia casi perfecta de legisladores.



Por Daniel Miguez PARA PAGINA 12
“Te felicito, Agustín, hiciste un trabajo excelente”, le dijo ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al jefe del bloque de los diputados kirchneristas, Agustín Rossi. Luego le pasó el teléfono a su esposo, que, más exultante aún, saludó al legislador rosarino con un “¡Grande, compañero!”. Eran las dos y media de la tarde de ayer y Rossi sintió que rejuvenecía parte de todo lo que envejeció en las dos últimas semanas de negociaciones y tensión.
Acababa de votarse tras 18 horas de sesión de tire y afloje la ley de retenciones móviles y Rossi era el muchachito de la película que conquistaba a la chica con el beso del final. Todos lo saludaban. Pese a que llevaba más de 24 horas despierto, la adrenalina no le permitió siquiera dormir una siesta cuando llegó a su casa, como, según cuentan, le pasó a la mayoría de la primera plana kirchnerista, entre legisladores y ministros, que operaron por igual durante toda la madrugada.
Para el Gobierno fue una votación decisiva, tanto que la Presidenta la considera algo así como el nacimiento del post-peronismo. “No le debemos nada a nadie. Todo el viejo peronismo votó en contra”, se le escuchó decir a la Presidenta en la intimidad de la quinta de Olivos, de lo que se deduce que en sus cuentas computa a todos los que se alinearon con el Gobierno -–adentro y afuera del Congreso– como capital político propio. Este renaciente kirchnerismo puro podría significar el fortalecimiento del proyecto de la transversalidad con el PJ que preside Néstor Kirchner como eje.
La Presidenta da por descontado que del Senado el proyecto saldrá hecho ley sin demasiados obstáculos. Por eso evalúa la votación de ayer como un hito profundo: siente que su gestión, su verdadera presidencia, empezará mañana. Y cree que luego de más de 100 días de desgastante conflicto con las cámaras agropecuarias está para recomenzar con el pie derecho. Esa esperanza en parte se sustenta en que los ruralistas “ahora tienen poco espacio” para retomar el lockout, y menos aún los cortes de rutas. Cristina Kirchner consideró importante que los cuatro dirigentes de las cámaras agropecuarias hayan ido ayer al Congreso a presenciar la votación. “Quizá fueron pensando que íbamos a perder la votación, pero lo cierto es que su presencia allí los compromete con el respeto a las instituciones de la república y con las decisiones de los representantes del pueblo”, le dijo a uno de sus allegados, una forma elegante de hacer ver que con ese acto quedaron embretados en cumplir la ley.
Para que el Gobierno tuviera su día de felicidad, sus principales integrantes tuvieron que transpirar mucho. Aunque confiaban en que alcanzarían el voto, les importaba mucho cómo se lograba esa mayoría y con qué costos. Respecto del número, Kirchner había pasado revista a los gobernadores y había contabilizado 134 o 135 votos, Rossi contaba 130 y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, se hubiera llevado el pozo si hacían una polla, porque había vaticinado 129. Lo que ninguno creía era que iba a haber una diferencia tan apretada, ya que en el recinto había nada menos que 254 de los 257 diputados.
La principal preocupación del Gobierno era dotar a la ley (a la que la Presidenta y su esposo le otorgan tanta importancia como a la anulación de las de Obediencia Debida y Punto Final) del mayor consenso posible, algo que creían que iban a conseguir con el aporte del bloque del SI (el ARI disidente), de Claudio Lozano y hasta del socialismo. Hacia ese objetivo apuntaron todas las modificaciones al proyecto original para beneficiar a los pequeños y medianos productores. El objetivo era separar del bloque ruralista a la Federación Agraria y en ello trabajaron varios diputados que hicieron de nexo entre el titular de la entidad, Eduardo Buzzi, y el Gobierno, básicamente Ariel Basteiro (socialista aliado K), Eduardo Macaluse (SI) y Claudio Lozano (Proyecto Sur).
Entre esas idas y vueltas, según coinciden en contar la mayoría de los negociadores, Buzzi iba pidiendo cada vez más cosas. Así, Rossi comenzó planteándole a Alberto Fernández que había que sancionar la reforma a la Ley de Arrendamientos; días después, en una reunión con la Presidenta y Fernández, propuso eliminar una serie de condiciones para que se facilite el cobro de los reintegros a la mayor cantidad posible de pequeños productores y elevar a 750 toneladas el tope para los que iba a tener una retención de sólo el 35 por ciento. Lozano le fue a dar la buena noticia a Buzzi y volvió con otra propuesta: que el tope se eleve a 1500 toneladas, un monto de producción que ya excede a los afiliados a la Federación Agraria. “¡Eh, decile que pare! ¡Cada vez piden más!”, le dijo Alberto Fernández a Lozano.
Macaluse y su compañero de bloque Carlos Raimundi insistían con segmentar distintos volúmenes de producción. Suponían que si conseguían eso obtendrían el visto de bueno de Buzzi para votar junto al oficialismo, arrastrando al socialismo no kirchnerista para no ser los únicos de la oposición que quedaran pegados al oficialismo.
Según coincidían ayer legisladores del SI y funcionarios del Gobierno –-los primeros para justificarlo y los segundos para criticarlo–, Buzzi estaba atrapado entre dos fuegos. “(Hugo) Biolcatti (vice de la Sociedad Rural) se alió con De Angeli y le caminó la Federación Agraria. Entonces cuando Buzzi iba con una propuesta, en la Mesa de Enlace le decían que no, y en la Federación Agraria, la gente de De Angeli también le decía que no”, resumió un diputado consultado por PáginaI12.
Rossi y Alberto Fernández pensaron que aceptando la propuesta de SI y rebajando las retenciones al 30 por ciento para los que produjeran hasta 300 toneladas podían hacer una jugada a tres bandas involucrando también a Felipe Solá y los diputados que lo acompañaban. “Felipe, ¿te sirve esta segmentación para que te acerques a nuestra posición?”, le preguntó el viernes a la noche el jefe de Gabinete al ex gobernador bonaerense. Solá pidió un rato para responder y lo consultó con los radicales K que lidera Daniel Katz y obtuvo un no rotundo. Solá y Katz pensaban que con haber dado quórum ya habían hecho bastante.
Los del SI insistían que sin el socialismo ellos no acompañarían, por lo que las miradas del Gobierno apuntaron al gobernador de Santa Fe, Hermes Binner. Ya entrada la madrugada de ayer, Binner llamó al presidente de la Cámara, el jujeño Eduardo Fellner. “Hablen con Mónica Fein”, le dijo. Y allí fueron Rossi y también Macaluse a ver a la socialista de Santa Fe, a quien Binner le había pedido que hicieran lo posible por acercar posiciones. Pero fue en vano. La presidenta del bloque, Silvia Augsburger, también santafesina, se opuso tenazmente y la mayoría de los suyos la acompañaron.
Eran más de las dos de la mañana y hubo un momento de incertidumbre. Alberto Fernández, por teléfono, ayudaba a Rossi y a Alberto Cantero, a rechequear que estuvieran los votos propios y a convencer a los posibles eventuales aliados. Lo mismo intentaba hacer el ministro del Interior, Florencio Randazzo, por intermedio de los gobernadores. Al jefe de Gabinete le entró al celular una llamada de Olivos. “¿Qué está pasando?”, le preguntaron. Era la voz de Kirchner que mezclaba búsqueda de información con algo de preocupación. “Algunos que antes nos decían que sí, ahora nos dicen ‘dejámelo pensar’. Pero quedate tranquilo.”
Para entonces, un engripado y afiebrado Raimundi había hablado con Basteiro, con Solá, con el peronista disidente Jorge Sarghini, con el radical Alejandro Nieva y con el kirchnerista disidente Enrique Thomas, es decir, con todos los que aceptaban de un modo u otro la movilidad de las retenciones. La idea era hacer una reunión general con el oficialismo para generar un proyecto de consenso que sólo dejara afuera a la Coalición Cívica y al PRO. Macaluse se lo propuso a Rossi y Fellner y éstos no aceptaron. Fue allí que el bloque del SI resolvió no votar el proyecto oficial por considerarlo fruto de una imposición y no de un acuerdo.
Cuando amaneció, mientras seguía la lista de oradores, el oficialismo confirmó que tenía los votos asegurados. Sólo era cuestión de esperar al mediodía y votar. Se asustaron un poco cuando vieron que la Cámara estaba casi repleta, y en consecuencia, que ya no les sobrarían tantos votos como pensaban. Pero les alcanzó para festejar antes de sumergirse en una cura de sueño.

miércoles, 2 de julio de 2008

ULTIMO MOMENTO


INGRID LIBRE
La imagen ya pertenece al pasado, hoy Ingrid Betancourt está libre. Luego vendrán los análisis de como se realizó este rescate de película, pero hoy ha ganado, la libertad, la justicia, la paz. LA DEMOCRACIA.

OTRA MIRADA



DEMOCRACIA ACTUAL Y FASCISMO SOCIAL


por Deny Extremera


para LA VENTANA Portal de LA CASA DE LAS AMÉRICAS




foto: Boaventura Sousa Santos
Uno de los más destacados analistas de la izquierda mundial y autor de conocidos libros como Crítica de la Razón Indolente, La globalización del derecho, Reinventar la democracia. Reinventar el Estado y El milenio huérfano. Ensayos para una nueva cultura política, Boaventura de Sousa Santos(*) figura entre los principales impulsores del Foro Social Mundial y durante los últimos años se le ha reconocido como ideólogo cardinal de la globalización alternativa e imprescindible reformador de la teoría democrática y social. El sociólogo portugués, miembro del jurado del Premio Casa 2006, nos habla de la democracia participativa, la necesaria reinvención del Estado y otros temas de actualidad.







¿Cómo avanzó, a grandes rasgos, el proceso histórico que nos ha llevado a este momento en que, como enuncia en su conocido libro, es preciso reinventar la democracia, reinventar el Estado? ―Desde el siglo XVIII se desarrollaron las formas de democracia, en los países europeos, después en el Atlántico Norte, las formas de democracia directa de las cuales hablaba Rousseau en sociedades muy pequeñas en que todos participan, todos deciden, todos gobiernan. Después, las formas de democracia participativa, las formas de democracia liberal, y luego otras que se fueron apareciendo, por ejemplo, en los países de Europa Oriental y el Socialismo Real que son las democracias populares. Después, las democracias desarrollistas, en América Latina y también en África. Además, las promovidas por el Movimiento de Países No Alineados, que no eran ni las del capitalismo liberal ni las del centralismo democrático del partido único en Europa del Este. Hubo un momento en que la redistribución social se hizo a través del juego democrático en bastantes países y surgió una tensión, muy grande, entre democracia y capitalismo. Sabemos que en las formas de los países del Norte desarrollados esta redistribución nunca fue una redistribución incompatible con el capitalismo, pero forzó al capitalismo a cambiar, y eso Marx lo muestra muy bien en el capítulo 10 del primer volumen de El Capital cuando habla de la jornada de trabajo. Claro que los capitalistas no querían una reducción de la jornada de trabajo, pero los mejores se adaptaron a las nuevas reglas, y los que no se adaptaron fueron a la bancarrota. Desde el Consenso de Washington, en los ochentas, empieza toda una lucha neoliberal por el comercio libre, que es una trampa pues es comercio libre sólo para los países desarrollados, y como el neoliberalismo buscaba producir un Estado débil promovió una democracia sin redistribución, y repentinamente el Banco Mundial y el FMI la imponían en esa forma de baja intensidad. Una democracia en tensión con el capitalismo, que tenía algunas señas de ser una democracia de alta intensidad, con bastante participación de los ciudadanos, de los partidos, sindicatos, movimientos sociales, se transforma totalmente en una democracia de baja intensidad. O sea, tienes que elegir cada cuatro años a tus representantes, tienes derechos civiles y políticos, pero no puedes esperar del Estado la protección que la democracia inicialmente pretendía realizar y que tuvo un mismo nombre en Europa, la socialdemocracia, o sea, el Estado de bienestar, etc. Era un grupo muy pequeño de países el que tenía este Estado de bienestar, pero cuando la independencia de los países de África, sobre todo en los ´50 y ´60, muchos de esos países intentaron realizar formas nuevas de redistribución social, fue lo que se llamó el Estado desarrollista, que también surgió en América Latina. Toda esta tradición, que es muy compleja, que tiene una política muy fuerte por detrás, ha sido reducida a esa forma de democracia de baja intensidad… Es interesante destacar que en los países del Sur hubo experimentos muy interesantes de democracia. ¿Qué experiencias ha apreciado en los últimos años? ―Más recientemente, por ejemplo, el presupuesto participativo, que se inició en Porto Alegre y que hoy existe en muchas ciudades de América Latina, de Europa y estados enteros en India. Esto fue una innovación democrática que no vino del Norte, de la práctica de los países desarrollados, sino de los subdesarrollados. Pero esta práctica también es completamente ignorada porque es una forma de redistribución social. Entonces esta historia rica de tradición e innovación democrática ha sido cortada para dar lugar a una forma de democracia de baja intensidad. Imponen el ajuste estructural, el comercio libre y también la democracia. Eso se está haciendo en el mundo. Lo primero es denunciar este sistema en curso actualmente y pensar lo que podemos hacer. Claro que muchos podrían decir, “pero entonces la democracia es una trampa capitalista y hay que ignorarla completamente, vamos adelante con otros conceptos”. Yo no, yo pienso que lo que hay es que reinventar la democracia, no dejar al capitalismo el beneficio de quedarse con el patrimonio democrático, porque es un patrimonio de luchas sociales en las que mucha gente murió, en las que muchos ciudadanos, muchos patriotas, muchos movimientos, muchos partidos, muchos sindicatos sufrieron dificultades, opresiones, presiones, prisiones, como en las dictaduras en América Latina hasta los ´80. Es necesario reinventar, pero para ello es necesario producir una imagen fuerte de la situación en que vivimos. Sería como una forma de barrer espejismos y ambigüedades para una apreciación cabal que es imprescindible al cambio, ¿no? ―Mucha gente piensa que si hay democracia, votos, partidos libres, etc., todo está bien. Esa idea es falsa. En nuestra tradición, por ejemplo en los países del Norte y en América Latina, predomina la idea de que si la sociedad es democrática no hay fascismo, porque el fascismo que conocimos fue político, el de partido único, de derecha, contra el pueblo, como lo tuvimos en Portugal, en España, en Italia y Alemania. La idea que traigo es ésta: cuando pensamos que estas sociedades son democráticas y de ninguna forma fascistas estamos aceptando una visión errada de ellas. Cuando la democracia pasó a ser de baja intensidad, pasamos a vivir en sociedades que son políticamente democráticas pero socialmente fascistas. El fascismo no es un régimen político ahora, es un régimen social, porque cuando la democracia deja de tener virtudes redistributivas, es decir, mejorar las condiciones de vida y el bienestar de las clases populares, permite que en ausencia del Estado los más poderosos asuman un derecho de veto sobre la vida y la sobrevivencia de los más débiles. Hay diferentes formas de fascismo: este, el de la inseguridad del obrero; el apartheid social: en muchos países aparecen comunidades donde hay bellísimas torres de apartamentos o zonas residenciales cerradas, protegidas por muros altos electrificados y con policías de seguridad… Son sociedades sin el apartheid político de África del Sur pero sí con el social, divididas, en las que una parte tiene miedo de la otra… Y eso es lo que está pasando en América Latina, en las grandes ciudades: de un lado las barriadas, del otro los condominios cerrados. En Brasil, por ejemplo, hay niños que nacen y crecen en esos cotos cerrados, tienen escuelas, hospitales, todo, y no ven la sociedad en su conjunto hasta la universidad. Experimentan simplemente el barrio alto donde viven. ¿Qué hacer frente a estos fenómenos de segregación-exclusión? ―Hay que producir una imagen desestabilizadora, una imagen que problematice las cosas. Y hay que buscar las tradiciones democráticas tanto en el Norte como el Sur, y para mí las más creativas deben tener dos condiciones: son de participación intensa de las comunidades, en partidos, sindicatos, ONGs, movimientos sociales, y, además de eso, tienen redistribución social. Sin redistribución social, sin la lucha por la igualdad, no puede lograrse realmente una democracia de alta intensidad. Y esa búsqueda pasa por varios mecanismos, y uno de ellos es redescubrir la participación social. La gran mayoría de los regímenes hoy tienen miedo de la participación popular porque no la controlan, porque puede tener resultados que no desean. En las condiciones del siglo XXI ya no basta luchar por la igualdad, es necesario también luchar por el reconocimiento de la diferencia. Las luchas obreras del pasado olvidaron muchas formas de opresión y discriminación: contra las mujeres, contra los negros, los deficientes, los homosexuales… Hay que recuperar todas estas luchas contra otras formas de discriminación, el racismo, sobre todo. En América Latina me parece que es hoy muy fuerte el racismo, y hay que enfrentarlo a través de la inclusión del derecho a la diferencia que tienen las culturas afro-descendientes e indígenas, sus universos históricos y culturales, sus rituales. Todo ello debe ser reconocido dentro de un marco de transculturación, como decía Ortiz; es decir, la idea de una inter-culturalidad que hay que rescatar y que la teoría democrática no reconoció durante mucho tiempo porque reconocía simplemente a los ciudadanos, en su conjunto, y bajo esa concepción se mató a indígenas, por ejemplo. Cuando se crearon las Naciones Unidas, la mayoría de los países latinoamericanos decían que no tenían minorías étnicas. Y todos las tenían e, incluso, en algunos eran mayorías. REINVENTAR Y RECUPERAR EL ESTADO ¿Qué rol concede al Estado y sus relaciones con otras fuerzas de la sociedad en esta alternativa democrática? ―El trabajo, durante mucho tiempo, fue un recurso o factor de producción, así lo entiende el capitalismo. Y así Marx lo denunció. Pero con la evolución de las luchas obreras, el trabajo dejó de ser un recurso natural, recurso o factor de producción, para pasar a ser una relación social. Es decir, el trabajador no es simplemente un puesto de trabajo, es una persona, una familia, tiene necesidades sociales, económicas, culturales… Y tiene derechos. Y ahí el Estado tuvo un papel muy importante, porque el Estado moderno, cuando surge, lo hace muy lentamente y a través de las luchas populares, democráticas, para crear lo que llamo relaciones no mercantiles entre la gente. O sea, yo estoy enfermo, soy pobre y necesito un médico, una de dos: o hay un servicio nacional de salud o si no tengo plata muero. Así se crearon los servicios nacionales de salud. Todos los servicios públicos, toda la tradición de derechos sociales y económicos, son asegurados a manera de creación de interacciones no mercantiles. Lo que enfrentamos después de los ´80 y con la caída de la alternativa social en el Este, es que el Estado busca transformar todas las interacciones en interacciones mercantiles. Ahora es el Estado el que está privatizando: la salud, la educación, la seguridad social… Ya no es un Estado de creación de bienes públicos sino privados. Sobre todo bajo la influencia del capital trasnacional, el Banco Mundial, el FMI… Entonces, la redimensión de la democracia, a mi juicio, debe ir a la par de la redimensión del Estado. Pienso que fue un error para muchas izquierdas en muchos países el pensar que el Estado se había convertido en instrumento del capitalismo y punto, y que entonces no debemos luchar por transformarlo porque se tornó obsoleto, sino encontrar un gobierno mundial, una democracia global… Mi idea es que como mismo debemos reinventar la democracia, es preciso reinventar el Estado. Porque no tenemos otra institución política donde podamos reivindicar los derechos universales: civiles, políticos, sociales, económicos y culturales. No hay ninguna alternativa en estos momentos, y mientras no la haya el Estado debe ser fortalecido, pero debe ser mucho más participativo, basado en la participación social. ¿Por qué? Porque el Estado hoy se ha trasnacionalizado de alguna manera en las sociedades que sufren presiones de los organismos financieros internacionales, y las presiones desde abajo no son muy fuertes. Sin participación popular, sin presión, el Estado va a ser capturado por las grandes trasnacionales, por los intereses del capitalismo global. Y debe ser reinventado a través de dos ideas: los gastos deben ser organizados participativamente, de una manera semejante al presupuesto participativo, y los impuestos que el Estado cobra debe cobrarlos a través de un cierto límite, sólo después de decir con transparencia para qué es ese dinero. La persona debería tener el derecho de no pagar impuestos si no sabe para qué será. Es una forma nueva de producir participación popular, pues no se trata sólo de gastos, sino del dinero que el Estado recibe. Digámosle tributación participativa. ¿Qué pasa hoy en muchos países? La corrupción es endémica, estructural. ¿Cómo enfrentarlo? Lo vimos con el presupuesto participativo en Porto Alegre. En América Latina, con elecciones cada cuatro o seis años, ha sido frecuente el paso de gobiernos que en el poder hacen todo lo contrario a su plataforma electoral… Con cada gobierno cambian los programas o quedan incompletos o no se realizan, no hay una línea estatal definida, estable… ¿Cómo se resuelve esta dicotomía entre políticas de partido, políticas de Estado, lapsos temporales de gobierno? ―El reto es desarrollar formas democráticas de alta intensidad que no sean dictaduras ni democracias gringas, que permitan resolver el problema: básicamente, que los partidos, en este marco neoliberal, dejaron de tener control sobre la agenda política. La razón del no cumplimiento de promesas es también endémica, estructural: los partidos, al llegar al gobierno, caen bajo las presiones enormes de los organismos financieros internacionales, de los Estados Unidos y otros. Pero ningún partido podría ser elegido reconociendo que debe obedecer a esas presiones. Los programas pasaron a ser una mentira necesaria para la elección. Y así apareció esta fractura entre las políticas de partido y gobierno, porque la política de un partido, cuando está en la oposición, sigue siendo una lucha que permita hacer convergir ciudadanía con nacionalismo, en el sentido de lealtad al Estado: yo soy leal al Estado porque éste me hace ciudadano, me da derechos. Pero si en el poder mi función es eliminar los derechos de los ciudadanos, ya no estoy garantizando esta unidad entre nacionalidad y ciudadanía. Los partidos se ven en este dilema: en el poder sufren las presiones de los poderes mundiales, favorables no a la nacionalidad sino a la trasnacionalidad hegemónica, la globalización neoliberal, y por eso se produce la pérdida de la ciudadanía. El voto es necesario, pero no puede ser suficiente, se precisan mecanismos de democracia participativa a nivel local, regional y nacional que complementen la política de los partidos. Sólo con la democracia participativa puede controlarse la política de los partidos en el poder y hacerla convergir con sus promesas. En América Latina se están desarrollando formas nuevas de democracia. Pienso que Chávez lo está haciendo en Venezuela con la economía popular, por ejemplo. Las cooperativas, las mutualidades, organizaciones locales, pequeños comercios son esenciales para crear autonomía ciudadanía, porque permiten un enfrentamiento a nivel local y nacional con los intereses de las trasnacionales. Hay que crear no solamente consumidores, que es la trampa de la economía neoliberal, sino ciudadanos. Y para crear ciudadanos hay que crear productores, y producir nuevas formas de economía solidaria, que están emergiendo hoy con mucha fuerza en varios países con apoyo estatal pero sin ser estatales. Es un dominio intermedio que no es Estado ni mercado, es lo que llamamos el Tercer Sector, un sector privado no lucrativo que está dando nuevas energías de participación ciudadana. El caso de Bolivia, por ejemplo. Va a haber una asamblea constituyente, y me han llamado para ayudarles a formular en la constitución las formas de democracia participativa. La idea no es destruir la democracia liberal, porque, además, fue la que trajo a Evo Morales al poder: vamos a enriquecerla, porque si no lo hacemos pasará lo mismo que con Lucio Gutiérrez y otros, o sea, la traición que no es de desvío sino estructural, por presiones trasnacionales que se hacen más fuertes que las de abajo. Debemos construir presiones desde abajo, y deben ser continentales. Nuevas formas de integración para nuevas formas de participación popular. Nuevas formas de articulación económica. Nuevas formas de producción, que están emergiendo en Venezuela y otros países, en Brasil, en Uruguay, en Argentina, veremos lo que pasa en Chile y dentro de poco en México, con López Obrador. Las energías hoy están en articulaciones entre formas de democracia liberal y formas de democracia participativa, y a mi juicio, es el camino en un contexto donde para los poderes ya no son necesarias las dictaduras militares pues, como dice Noam Chomsky, los mercados financieros son los que producen la obediencia. Organismos internacionales contra estados nacionales, trasnacionalidad contra nacionalidad… ¿Se precisan cambios en el orden mundial y las relaciones internacionales para que sean viables a gran escala proyectos alternativos de democracia? ―Estoy seguro de que sí, y el debate del Foro Social Mundial gira en torno a ello, entre quienes piensan que tenemos que reformar radicalmente las instituciones internacionales, y aquellos que estiman que debemos abandonarlas y sustituirlas por otras. Yo creo que en algunos casos deberemos reformar. La ONU, por ejemplo, hay que reformarla democráticamente y hay en curso una lucha internacional muy interesante al respecto en este momento. En cuanto a los otros, no sabemos lo que va a pasar. Debemos hacer las dos luchas. Las luchas democráticas nunca son maximalistas, hay que intentar reformar por dentro y por fuera, y ahí tenemos a la OMC, donde Brasil, India y África del Sur lograron realmente paralizarla. Debemos luchar también por crear una nueva institucionalidad, alguna organización podrá restaurar el prestigio que tenía, la UNCTAD, por ejemplo, como forma de garantizar la presencia de los países más pobres dentro del comercio internacional a través de condiciones más equitativas de competencia. Es necesario que los países desarrollen una cada vez mayor independencia de las presiones de estos organismos, y esa independencia se puede lograr por razones y con apoyos económicos o políticos. Si no se abren paso estas nuevas formas de democracia, ¿en qué escenario puede desembarcar la humanidad? ―Estas nuevas formas democráticas buscan un nuevo contrato social, porque el contrato social moderno capitalista fue muy excluyente y los neoliberales impusieron un contrato individual. La idea del contrato social se puede renovar, pero la humanidad necesita combinar a éste con el contrato de la naturaleza. Necesitamos realmente otro tipo de desarrollo sostenible, otra manera de ver la naturaleza. Hemos cometido, además de muchos otros, crímenes ecológicos. Los indígenas, por ejemplo, o los campesinos de África, con quienes he trabajado, nos enseñan cosas maravillosas, otro concepto de desarrollo, de relación con la naturaleza. La dignidad humana no se separa de la dignidad de la naturaleza. Tenemos que rescatar esas concepciones. La energía es fundamental, y urge diversificar las fuentes energéticas. Es la innovación sociológica y política que necesitamos si queremos realmente asegurar un futuro para la humanidad, porque una de las trampas de la concepción occidental de los derechos humanos, al contrario de los indígenas y otras llamadas minorías, es que estamos preocupados solamente por las generaciones presentes, no por las futuras. Según esa concepción, podemos dar derechos a quienes podamos exigir deberes; a la naturaleza no le podemos exigir deberes, por tanto no tiene derechos, y tampoco a las nuevas generaciones, porque no existen. Hay que tener otra lógica para que la humanidad pueda pensar en un futuro.





(*) Boaventura de Sousa Santos. Coimbra, 1940. Ensayista y profesor portugués. Doctor en Sociología del Derecho por la Universidad de Yale. Ha desarrollado una amplia labor docente en universidades de su país y el extranjero, especialmente en la Universidad de Wisconsin-Madison, Los Andes y la London School of Economics. Entre las múltiples distinciones y premios recibidos se destacan el Premio Pen Club Portugués por el volumen Pela Mão de Alice: O Social e o Político na Pós-Modernidade (1994); el nombramiento Gran Oficial de la Orden de Rio Branco, concedido por el Presidente de la República de Brasil (1996); el Premio Gulbenkian de Ciencia 1996; el Premio Jabuti, en el Área de Ciencias Humanas y Educación (2001), así como el Premio Euclides da Cunha de la Unión Brasileña de Escritores de Rio de Janeiro (2004), y el “Reconocimiento al Mérito”, concedido por la Universidad Veracruzana, México (2005). Es autor de decenas de artículos y capítulos de libros, así como compilador y coordinador de varios volúmenes de ensayo. Trabaja como profesor e investigador en la Facultad de Economía de la Universidad de Coimbra y en el Centro de Estudios Sociales, Colégio de San Jerónimo, respectivamente. Obras suyas: Leis da Família (1963), Democratizar a Universidade. Universidade para quê para quem? (1975), A Justiça Popular em Cabo Verde. Estudo Sociológico (1984), Sociología del Derecho y del Estado (1991), Estado, Derecho y Luchas Sociales (1992), Reinventar a democracia (1998), A Cor do Tempo Quando Foge (2001), Democracia e participação. O caso do Orçamento Participativo de Porto Alegre (2002), La caída del Angelus Novus: ensayos para una nueva teoría social y una nueva práctica política (2003), A Universidade no século XXI: Para uma Reforma Democrática e Emancipatória da Universidade (2004), Reinventar la democracia. Reinventar el estado (2004) y El milenio huérfano. Ensayos para una nueva cultura política (2005).



A COMER SANDÍA QUE EL MUNDO SE ACABA








Las sandías contienen ingredientes similares a los del Viagra y su consumo podría aumentar la libido y la capacidad amatoria de una persona, afirma un estudio difundido por científicos de la Universidad A&M de Texas.

El Viagra, así como Cialis y Levitra, son fármacos recetados para prevenir la disfunción eréctil al dilatar los vasos sanguíneos."Cuanto más estudiamos las sandías, más nos convencemos de lo asombrosa que es la fruta al proporcionar elementos de fortalecimiento al cuerpo humano", dijo Bhimu Patil, director del Centro de Mejora de Frutas y Vegetales de la Universidad A&M."Sabíamos que la sandía es buena para la salud, pero la lista de sus beneficios se alarga con cada estudio", añadió.Citrulina vasodilatadoraSegún los científicos, las claves de los beneficios agregados del consumo de sandía están en su contenido de citrulina, una sustancia que tiene la capacidad de producir un relajamiento de los vasos capilares.Además, al ser convertida esa sustancia en un aminoácido llamado arginina, "produce maravillas en el corazón, en el sistema circulatorio y mantiene un buen sistema inmunológico", agregó."Es posible que la sandía no sea tan específica en cuanto a su uso como el Viagra, pero (su consumo) es una buena forma de dilatar los vasos sanguíneos sin producir efectos secundarios", indicó Patil en una conferencia de prensa.En la parte blancaY los beneficios de la sandía no terminan allí. La arginina también ayuda en el ciclo de la urea al eliminar el amoníaco y otros compuestos tóxicos del cuerpo.Existe un problema, sin embargo. Las mayores concentraciones de citrulina están en la parte blanca de la sandía, aquella que generalmente no se consume.El próximo paso es entonces, dijo Patil, trabajar con nuevas variedades de sandías en las que las mayores concentraciones de esa sustancia estén en su jugosa y roja carne, no en la cáscara.