miércoles, 1 de abril de 2009


ALFONSÍN

HAY HOMBRES QUE LUCHAN UN DÍA Y SON BUENOS, OTROS LO HACEN ALGUNOS AÑOS Y SON MEJORES, PERO OTROS LO HACEN TODA UNA VIDA, ESOS SON INDISPENSABLES”. BERTHOLD BRECHT

POR LUIS SELLÁN

Con su nombre basta para titular una nota; porque Alfonsín es el símbolo de la democracia recuperada, es la ilusión de quienes éramos jóvenes en los 80, quienes vimos desaparecer a "nuestros hermanos mayores", nos “formamos” en la secundaria de la dictadura y algunos de los nuestros fueron a una absurda guerra.

Alfonsín es: el político de pueblo que militó siempre en la UCR, es el concejal de Chascomus, es el diputado provincial y el legislador nacional, siempre en su partido y en la provincia de Buenos Aires, nunca cambio de lugar por conveniencia. Es el abogado que peleaba por los derechos humanos y presentaba habeas corpus en plena dictadura, mientras otros; ahora campeones de los derechos humanos; vivían de la usura.

Alfonsín es el presidente de la democracia, es la abolición de la censura, es el juicio histórico a los genocidas, es la ley de divorcio en un país conservador, es el tratado de paz con Chile, es la vigencia absoluta de la república, es la dignidad contra el imperio cuando le contestó a Reagan en  Houston en un discurso memorable, es el titán que puso en su lugar a la Sociedad Rural recordándole su pasado de fascismo y complicidad con el autoritarismo. Es también sus debilidades: las felices pascuas y las leyes de punto final y obediencia debida, es una democracia que todavía no educa, no cura y no da de comer. Pero es fundamentalmente un  precursor del diálogo y el consenso,  un batallador incansable hasta sus últimos días por una democracia y un país que valga la pena ser vivido, es el intelectual en la política-que tanto nos hacen falta, en estos tiempos de mediocridad- es el estadista que entendió la diferencia entre no querer, no poder o no saber, es el hombre que se retiró pobre del poder, y no es poca cosa en la Argentina.

Alfonsín se murió ayer, a los 82 años víctima de una cruel enfermedad, pero en paz y durmiéndose, hoy quienes lo amamos, quienes nos enojamos mucho con él, derramamos lágrimas por un indispensable a quien necesitamos, ojalá podamos aprender un poco, tan siquiera, de su legado. A partir de hoy cuando lo nombremos, sabremos de qué estamos hablando. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

acuerdo totalmente contigo
Maisa

Anónimo dijo...

Un merececido comentario y gran homenaje a quien nunca se enriqueció con la política.
Liliana