DIFERENCIAS: ENTRE UN TIPO DECENTE Y UN TURRO
El tipo decente tiene que cuidarse de no decir una palabra de más.
El turro suele no hablar, su discurso es el apriete y la traición.
El decente debe cumplir con todo lo que le impone la justicia, y está bien.
El turro se burla de la justicia, por que se cree impune.
El decente, debe pagar hasta la última deuda.
El turro vende hasta su decencia y luego la vuelve a comprar.
El decente siempre espera verdad y justicia.
El turro es capaz de destruir las mejores flores.
El decente tiene amigos de verdad, pocos quizás, esos que están en los malos momentos y no se borran.
El turro tiene aduladores, bufones radiales, deudores de favores, aves de rapiña, gente que le tiene miedo.
El decente puede caminar por la calle, tomar un café, entender su derrota momentánea y tomar fuerzas hasta arrancar de nuevo.
El turro en cambio no suele andar solo por la calle, no tiene amigos para tomar café, y cuando sufre una derrota suele ser la última por que es el fin de su connivencia con el poder y el dinero.
El decente pude llegar a dar un paso atrás, pero para dar dos hacia adelante después.
El turro no se permite pensar en perder, va hacia donde su soberbia, ambición y cobardía lo lleva.
El decente pide perdón si defraudó con una actitud, pero da gracias a los incondicionales.
GRACIAS
· A mi familia, que banca con amor y resignación mi militancia.
· A Marisa, la amiga incondicional; la de siempre.
· A mis compañeros y amigos Jorge y Ana; quienes me dieron su apoyo permanente.
· A mi partido ARI; que siempre estuvo y estará.
· A Marta, Paola, Lidia, quienes casi sin conocerme y con generosidad, me demostraron su solidaridad y compromiso con la VERDAD Y JUSTICIA, que aún esperan para ellas.
· A Pablo, el mensajero de la única verdad y realidad.
El turro suele no hablar, su discurso es el apriete y la traición.
El decente debe cumplir con todo lo que le impone la justicia, y está bien.
El turro se burla de la justicia, por que se cree impune.
El decente, debe pagar hasta la última deuda.
El turro vende hasta su decencia y luego la vuelve a comprar.
El decente siempre espera verdad y justicia.
El turro es capaz de destruir las mejores flores.
El decente tiene amigos de verdad, pocos quizás, esos que están en los malos momentos y no se borran.
El turro tiene aduladores, bufones radiales, deudores de favores, aves de rapiña, gente que le tiene miedo.
El decente puede caminar por la calle, tomar un café, entender su derrota momentánea y tomar fuerzas hasta arrancar de nuevo.
El turro en cambio no suele andar solo por la calle, no tiene amigos para tomar café, y cuando sufre una derrota suele ser la última por que es el fin de su connivencia con el poder y el dinero.
El decente pude llegar a dar un paso atrás, pero para dar dos hacia adelante después.
El turro no se permite pensar en perder, va hacia donde su soberbia, ambición y cobardía lo lleva.
El decente pide perdón si defraudó con una actitud, pero da gracias a los incondicionales.
GRACIAS
· A mi familia, que banca con amor y resignación mi militancia.
· A Marisa, la amiga incondicional; la de siempre.
· A mis compañeros y amigos Jorge y Ana; quienes me dieron su apoyo permanente.
· A mi partido ARI; que siempre estuvo y estará.
· A Marta, Paola, Lidia, quienes casi sin conocerme y con generosidad, me demostraron su solidaridad y compromiso con la VERDAD Y JUSTICIA, que aún esperan para ellas.
· A Pablo, el mensajero de la única verdad y realidad.
¡A LOS TURROS MI MÁS ABSOLUTO DESPRECIO!
LUIS SELLÁN
EL CIUDADANO
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