"NECESITO ALGUIEN, QUE ME HAGA TORRES DE CARAMELOS, GUISOS DE MADRE Y POSTRES DE ABUELAS"
POR LUIS SELLÁN: Días pasados una periodista de noticiero, anunció con espectacularidad: “En instante las imágenes más trascendentes en la vida de Charly García”. Entonces viene la pregunta, la reflexión, como se puede resumir tan peligrosamente la trayectoria de un músico como Carlos García Moreno-Charly García- como lo conocemos todos. Un talentoso quien podía hablar de dictaduras, sin que los dictadores se dieran cuenta, que creo Alicia en el país de las maravillas o resumía nuestra locura autista como sociedad en su inconsciente colectivo.
Charly García es por sobre todas las cosas un músico brillante, con un estilo inigualable, un buscador de símbolos de paz, paz que nunca alcanzo en su vida y quizás por eso la buscó en sustancias que le han limado su cabeza
El último sábado, dicen, brindó un recital espectacular;luego vino el caos y las ganas o la "necesidad" de romper todo;pero antes volvió a ser ese charly que se transforma en música y en arte, donde parece transformarse su música en una prolongación de él mismo, desdibujando su ya esquelética figura. Charly es arte, y quizás por eso ha descuidado tanto su cuerpo, vive siendo una permanente melodía en creación, esas que como dijera el gran león, los salieris le quieren robar. Su hijo, quien no tiene su misma capacidad de creación y alguna vez el se lo hizo saber públicamente, ha sido sin embargo desde, los 12 años padre de su propio padre, y hoy ha pedido un poco de piedad, que algunos medios con oscura obscenidad se han obstinado en no dar, mostrando a un Charly destruido, atado en una camilla para que no se agreda más a él mismo. Mientras que otros medios, creyendo ser benévolos con eso, repiten hasta el hartazgo “no toquemos a nuestros ídolos”, de eso tampoco se trata, los ídolos-según la mitología- son dioses falsos con pies de barro. Por consiguiente los llamados ídolos deben ser criticados y les cabe como a todos las generales de la ley, ni deben tener privilegios ni salas de internación especial;que la demagogia del poder le ofreció. Sí, los creadores, nuestros artistas merecen de nuestro cuidado, reconocimiento y no hacer de ellos en sus peores horas un escarnio de la morbosidad.
Ojalá Charly vuelva, y vuelva bien, pueda destruir esas paredes que él mismo se ha levantado y vuelva a ser ese símbolo de paz que todos deseamos que sea, ojalá.
Charly García es por sobre todas las cosas un músico brillante, con un estilo inigualable, un buscador de símbolos de paz, paz que nunca alcanzo en su vida y quizás por eso la buscó en sustancias que le han limado su cabeza
El último sábado, dicen, brindó un recital espectacular;luego vino el caos y las ganas o la "necesidad" de romper todo;pero antes volvió a ser ese charly que se transforma en música y en arte, donde parece transformarse su música en una prolongación de él mismo, desdibujando su ya esquelética figura. Charly es arte, y quizás por eso ha descuidado tanto su cuerpo, vive siendo una permanente melodía en creación, esas que como dijera el gran león, los salieris le quieren robar. Su hijo, quien no tiene su misma capacidad de creación y alguna vez el se lo hizo saber públicamente, ha sido sin embargo desde, los 12 años padre de su propio padre, y hoy ha pedido un poco de piedad, que algunos medios con oscura obscenidad se han obstinado en no dar, mostrando a un Charly destruido, atado en una camilla para que no se agreda más a él mismo. Mientras que otros medios, creyendo ser benévolos con eso, repiten hasta el hartazgo “no toquemos a nuestros ídolos”, de eso tampoco se trata, los ídolos-según la mitología- son dioses falsos con pies de barro. Por consiguiente los llamados ídolos deben ser criticados y les cabe como a todos las generales de la ley, ni deben tener privilegios ni salas de internación especial;que la demagogia del poder le ofreció. Sí, los creadores, nuestros artistas merecen de nuestro cuidado, reconocimiento y no hacer de ellos en sus peores horas un escarnio de la morbosidad.
Ojalá Charly vuelva, y vuelva bien, pueda destruir esas paredes que él mismo se ha levantado y vuelva a ser ese símbolo de paz que todos deseamos que sea, ojalá.
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