domingo, 14 de diciembre de 2008

EL PEQUEÑO D'ELIA ILUSTRADO


NAZIS Y MARXISTAS, SOMOS TODOS PERONISTAS



Por Martín Piqué(PAGINA/12)


Es el anfitrión y está en su mundo. El segundo piso del viejo Hotel Marcone –Pueyrredón al 100, frente a Plaza Once– muestra un constante ir y venir de gente que está sola y espera. Hay familias que han llegado del conurbano para pedir una ayuda, miembros de organizaciones sociales que aguardan para hablar de política y un periodista que parece extranjero y que al final logra llevarse un premio: copias de algunas fotos que muestran a Luis D’Elía con distintas personalidades, entre las que se destaca una con Fidel Castro. Este es el mundo en el que se mueve el fundador de la Federación de Tierra y Vivienda. Página/12 también espera, en este caso para hacerle una entrevista. D’Elía está reunido con un grupo de colaboradores. De pronto una puerta se abre y su humanidad transpirada aparece como una tromba por el pasillo del viejo hotel, reconvertido en la sede de la Central de Movimientos Populares. Se trata de la más flamante creación del dirigente de La Matanza.
La curiosidad periodística no sorprende a D’Elía. Está acostumbrado. Mientras ceba mate y se queja por la falta de un equipo de aire acondicionado –el sol hace estallar de blanco las paredes de su oficina, sobresale un banderín de River Plate–, D’Elía encuentra una ocurrencia para definir al peronismo.
D’Elía se vale de la historia para justificar las contradicciones del kirchnerismo. “Perón podía tener al hijo de puta de Apold (Raúl, secretario de Prensa y Difusión), un nazi, un tipo de derecha, y también a John William Cooke en la Cámara de Diputados. En esto hay que tomar aquella idea de Perón, de que los ladrillos para hacer una casa también se hacen con bosta”, apunta con una sonrisa. Está claro que su propósito es defender al Gobierno de las críticas por una supuesta derechización que le están haciendo algunos sectores otrora aliados. D’Elía se muestra entusiasmado por ciertas medidas del Gobierno, como la estatización de Aerolíneas y el pase al Estado de la administración de los fondos de las AFJP. Ese entusiasmo podrá ser muy útil en la campaña que se avecina: D’Elía promete organizar “20 mil cuadros” para contribuir a una victoria del kirchnerismo en la provincia de Buenos Aires.
–¿Está de acuerdo con la visión de que el Gobierno se está derechizando al priorizar al PJ en su armado político?
–Si uno analiza la estatización de Aerolíneas Argentinas, el avance de la intervención del Estado en la renta privada, concretamente en el caso de los agroexportadores y de los hidrocarburos, si uno ve la aprobación de la ley de movilidad de las jubilaciones, la estatización de la administración de los fondos privados de jubilaciones y pensiones, que son los logros de este año, es muy difícil pensar que el Gobierno haya girado a la derecha. A no ser que se tenga una profunda deshonestidad intelectual. Yo comparto la decisión de Néstor Kirchner de conducir al PJ, tanto en lo institucional como en lo político, y que no se lo regale ni a Duhalde ni a Macri. Pero también creo que la estrategia de Kirchner sigue siendo la construcción del movimiento nacional y popular. Y lo hace convocando a una gran concertación plural, política y social a pesar de las traiciones reiteradas que tuvo esa estrategia aperturista.
–¿Qué opina del alejamiento de Libres del Sur?
–Lo de esos muchachos es pura táctica sin convicción política. Siguen el espejismo de que a la izquierda de Kirchner se puede construir una corriente política. Se equivocan. Lo único que hay a la izquierda de Kirchner son las visiones dogmáticas que hace pocos meses marcharon del brazo de la Sociedad Rural.
–Uno de los argumentos más fuertes de Libres del Sur, también de otros sectores, es que con la incorporación del ex carapintada Aldo Rico el oficialismo ha cruzado un límite.
–Antes cité una serie de medidas que son claramente de izquierda. Y no creo que en ninguna de esas medidas haya influido el PJ. Es más, con algunas de esas medidas algunos sectores del PJ están incómodos. Como pasó con la pelea con el campo: había algunos sectores del PJ no incómodos, recontra incómodos. Sobre la incorporación de Rico le digo lo siguiente: el peronismo suele combinar esas cosas. Perón tenía al hijo de puta de Apold y también a John William Cooke.
–Hay quienes dicen que Libres del Sur fue la única organización política que hizo una alianza con el PJ y no se vio devorada por el peso del justicialismo, como antes pasó con el Partido Intransigente y la Ucedé. Incluso hoy tienen dos diputadas nacionales, están más fortalecidos que en el momento de su fundación.
–Más a mi favor. Lo de ellos es oportunismo tacticista sin convicciones. Están poniendo los negocios políticos por encima del interés general de nuestro pueblo.
–Libres del Sur adelantó que piensa construir una nueva alternativa política junto a Martín Sabbatella, la CTA, de la que usted forma parte, Pino Solanas y sectores del Partido Socialista. ¿Qué perspectivas tiene ese espacio?
–Primero no sabía que la CTA, como CTA, hubiese tomado un camino político. Y segundo, no he visto a Sabbatella decir que quiere ser candidato a nada. Hoy la disyuntiva de ese sector del electorado va a ser progresismo blanco o nacionalismo popular transformador. Yo creo que la sociedad debe cuidarse de los neoliberales y de los progresistas de la misma manera, porque la historia reciente demuestra que esas dos opciones terminaron en neoliberalismo.

No hay comentarios.: