IMAGEN HISTORICA DEL TEATRO COLISEO
Un dia de 1998 me toco por casualidad pasar por una pequeña localidad de Corrientes llamada Mercedes, un pueblo grande de unas 17 almas, donde tuve la suerte de encontrar un edificio monumental: El Teatro Cervantes. Una sala formidable, muy bien cuidada, recien pintada, mantenida en perfectas condiciones por sus dueños, la Sociedad Española, una pequeña réplica del Cervantes porteño, que no podía dejar de llamarme la atención en una ciudad más bien dominada por la actividad rural, la cría del ganado básicamente, la artesania en cuero derivada del carpincho y el culto del Gauchito Gil, que tiene alli su santuario principal, a donde llegan miles de fieles todos los años.
El teatro Cervantes de Mercedes, una verdadero joya arquitectónica de casi un siglo de vida, en perfectas condiciones, pero sin actividad en más de una década. Yo estaba de gira con Drácula, el musical de Cibrián- Mahler en una de esas largas recorridas que solemos hacer por el interior, y se me ocurrió que un dia martes, que teníamos libre, de paso por alli, bien podíamos permitirnos el intento de una función en esa bella sala que reunia todas las condiciones técnicas para semejante puesta en escena. Fue asi que hablé con las autoridades municipales y con los dueños de la sala para proponerles la idea. Por supuesto que les encantó, pero nadie me creyó del todo. Nadie creia que ibamos a desembarcar alli con dos camiones con escenografias, vestuarios, luces móviles, efectos especiales y un elenco de mas de treinta artistas; más bien pensaron que yo exageraba y que ibamos a montar una versión trucha del exitoso musical.
Llegó el famoso martes y cuando los vecinos vieron llegar los camiones, y pusimos 10 changarines a bajar las cosas de los camiones, toda la ciudad se conmocionó. Recuerdo cómo la TV y las radios locales transmitían en directo – no la función – la descarga, el armado, las pruebas de sonido, los ensayos. Realmente fue una experiencia maravillosa para todos; por supuesto el teatro estuvo lleno y el destino del Teatro Cervantes cambió para siempre. Hoy es muy habitual que muchas compañias profesionales y vocacionales pasen por esa sala; es un punto importantes de las giras por el interior cuando uno va a Corrientes y un importante público se ha ido formando de a poco.
Me gusta contar estas historias porque , obviamente, soy un fanático del teatro, de la Cultura y de la formación que se logra a través del teatro, de la transformación que implica para los espectacdores muchas veces el sólo hecho de presenciar un determinado espectáculo, que suele tener mucho más incidencia en sus cambios de hábitos , muchas veces, que leer un libro.
Historias como estas tengo decenas, porque por suerte me ha tocado inaugurar,descubrir, reabrir y participar de la creación de nuevas e importantes salas a lo largo del país. Creo que la gran misión de un productor es también esa: formar nuevos publicos entre las nuevas generaciones para que el teatro siga creciendo, porque donde hay más teatro, tambien hay mas cultura y desarrollo.
Un fuerte apoyo oficial
-
Dentro del gran fenónemo que se viene dando en estos tiempos en relación al teatro, no puedo dejar de mencionar el fuerte apoyo que los estados nacional, provinciales y municipales le han estado dando a la recuperación de las salas en estos ultimos cuatros años. Para corroborar eso, bastan los ejemplos del Teatro Municipal de Santa Fe; el Teatro 25 de Mayo de Santiago del Estero, el Teatro Victor M Cáceres de La Rioja; el Teatro Vera de Corrientes; el Teatro San Martin de Tucumán, el Teatro Real de Córdoba, todos teatros oficiales que han sido restaurados y equipados a nuevo, con inversiones superiores a los 3 millones de pesos en cada caso.
A estas verdaderas joyas arquitectónicas recien restauradas, habria que sumarles la reciente reapertura de La Comedia y del Nuevo Teatro Nacional de Rosario; el Teatro Casa de España de Santa Fe, el Teatro Provincial de Salta ( con 1500 localidades , que se convierte en el quinto teatro oficial de la ciudad norteña, un lujo y un record) y muchos otros teatros que estan construyéndose o refaccionándose en estos momentos. Y estoy hablando sólo de la órbita oficial, tal vez la mas abandonada a este nivel en los 90; sin mencionar para nada el esfuerzo privado e independiente que también es grande, y que será tema de otra nota.
Este renacer del teatro se condice por supuesto con la cantidad de espectáculos que se producen, con la demanda de la gente de mayor actividad. Según datos que manejamos en AADET (la Asociación de Empresarios Teatrales), en 1997 pasaron 9 millones de personas por las salas de todo el país, mientras que en 2007 lo hicieron mas de 16 millones. Todo un dato.
Y por casa como andamos?
Me preguntaba al respecto que pasa con el teatro en Zárate, y se lo he preguntado a mucha gente que no tiene respuestas tampoco. Si bien, como en todas partes, la actividad del Teatro Coliseo ha crecido, mi preocupación es que pasa con la falta de espacios alternativos, y me pregunto si no será posible la recuperacion de alguno de ellos.
Zárate perdio muchas salas a lo largo de su historia. De las que yo recuerdo de mi infancia, sobre todo, el cine América – donde hice mis primeras producciones teatrales hace ya algunos años- y el viejo cine teatro Unión, otra joya arquitectonica de la ciudad, ambas con un destino actual muy alejado del que soñaron sus fundadores. Existe una Ley Nacional que prohibe expresamente que las salas teatrales se destinen a otro uso que no sea el específico para el que fueron creadas, ley que se ha ignorado siempre sistemáticamente, sin que nadie proteste.
Este momento en que la actividad crece coincide en la Provincia de Buenos Aires con un interés especial de la Secretaria de Cultura del Gbno de Scioli en la recuperación de los viejos teatros abandonados. Hay, incluso, según nos hicieron saber, un presupuesto bastante importante que se destinaria al tema en la Provincia. Quizá seria éste el momento mas oportuno para plantearlo, pero todo como sabemos, depende de decisiones politicas estratégicas.
El teatro Cervantes de Mercedes, una verdadero joya arquitectónica de casi un siglo de vida, en perfectas condiciones, pero sin actividad en más de una década. Yo estaba de gira con Drácula, el musical de Cibrián- Mahler en una de esas largas recorridas que solemos hacer por el interior, y se me ocurrió que un dia martes, que teníamos libre, de paso por alli, bien podíamos permitirnos el intento de una función en esa bella sala que reunia todas las condiciones técnicas para semejante puesta en escena. Fue asi que hablé con las autoridades municipales y con los dueños de la sala para proponerles la idea. Por supuesto que les encantó, pero nadie me creyó del todo. Nadie creia que ibamos a desembarcar alli con dos camiones con escenografias, vestuarios, luces móviles, efectos especiales y un elenco de mas de treinta artistas; más bien pensaron que yo exageraba y que ibamos a montar una versión trucha del exitoso musical.
Llegó el famoso martes y cuando los vecinos vieron llegar los camiones, y pusimos 10 changarines a bajar las cosas de los camiones, toda la ciudad se conmocionó. Recuerdo cómo la TV y las radios locales transmitían en directo – no la función – la descarga, el armado, las pruebas de sonido, los ensayos. Realmente fue una experiencia maravillosa para todos; por supuesto el teatro estuvo lleno y el destino del Teatro Cervantes cambió para siempre. Hoy es muy habitual que muchas compañias profesionales y vocacionales pasen por esa sala; es un punto importantes de las giras por el interior cuando uno va a Corrientes y un importante público se ha ido formando de a poco.
Me gusta contar estas historias porque , obviamente, soy un fanático del teatro, de la Cultura y de la formación que se logra a través del teatro, de la transformación que implica para los espectacdores muchas veces el sólo hecho de presenciar un determinado espectáculo, que suele tener mucho más incidencia en sus cambios de hábitos , muchas veces, que leer un libro.
Historias como estas tengo decenas, porque por suerte me ha tocado inaugurar,descubrir, reabrir y participar de la creación de nuevas e importantes salas a lo largo del país. Creo que la gran misión de un productor es también esa: formar nuevos publicos entre las nuevas generaciones para que el teatro siga creciendo, porque donde hay más teatro, tambien hay mas cultura y desarrollo.
Un fuerte apoyo oficial
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Dentro del gran fenónemo que se viene dando en estos tiempos en relación al teatro, no puedo dejar de mencionar el fuerte apoyo que los estados nacional, provinciales y municipales le han estado dando a la recuperación de las salas en estos ultimos cuatros años. Para corroborar eso, bastan los ejemplos del Teatro Municipal de Santa Fe; el Teatro 25 de Mayo de Santiago del Estero, el Teatro Victor M Cáceres de La Rioja; el Teatro Vera de Corrientes; el Teatro San Martin de Tucumán, el Teatro Real de Córdoba, todos teatros oficiales que han sido restaurados y equipados a nuevo, con inversiones superiores a los 3 millones de pesos en cada caso.
A estas verdaderas joyas arquitectónicas recien restauradas, habria que sumarles la reciente reapertura de La Comedia y del Nuevo Teatro Nacional de Rosario; el Teatro Casa de España de Santa Fe, el Teatro Provincial de Salta ( con 1500 localidades , que se convierte en el quinto teatro oficial de la ciudad norteña, un lujo y un record) y muchos otros teatros que estan construyéndose o refaccionándose en estos momentos. Y estoy hablando sólo de la órbita oficial, tal vez la mas abandonada a este nivel en los 90; sin mencionar para nada el esfuerzo privado e independiente que también es grande, y que será tema de otra nota.
Este renacer del teatro se condice por supuesto con la cantidad de espectáculos que se producen, con la demanda de la gente de mayor actividad. Según datos que manejamos en AADET (la Asociación de Empresarios Teatrales), en 1997 pasaron 9 millones de personas por las salas de todo el país, mientras que en 2007 lo hicieron mas de 16 millones. Todo un dato.
Y por casa como andamos?
Me preguntaba al respecto que pasa con el teatro en Zárate, y se lo he preguntado a mucha gente que no tiene respuestas tampoco. Si bien, como en todas partes, la actividad del Teatro Coliseo ha crecido, mi preocupación es que pasa con la falta de espacios alternativos, y me pregunto si no será posible la recuperacion de alguno de ellos.
Zárate perdio muchas salas a lo largo de su historia. De las que yo recuerdo de mi infancia, sobre todo, el cine América – donde hice mis primeras producciones teatrales hace ya algunos años- y el viejo cine teatro Unión, otra joya arquitectonica de la ciudad, ambas con un destino actual muy alejado del que soñaron sus fundadores. Existe una Ley Nacional que prohibe expresamente que las salas teatrales se destinen a otro uso que no sea el específico para el que fueron creadas, ley que se ha ignorado siempre sistemáticamente, sin que nadie proteste.
Este momento en que la actividad crece coincide en la Provincia de Buenos Aires con un interés especial de la Secretaria de Cultura del Gbno de Scioli en la recuperación de los viejos teatros abandonados. Hay, incluso, según nos hicieron saber, un presupuesto bastante importante que se destinaria al tema en la Provincia. Quizá seria éste el momento mas oportuno para plantearlo, pero todo como sabemos, depende de decisiones politicas estratégicas.
* Julio Belando es periodista; profesor de Lengua e Inglés; ex colaborador de La Voz; fundador del grupo de teatro infantil CREARTE; director del Nuevo Teatro Nacional Rosario; productor de teatro; titular de JB Producciones, entidad que promueve la actividad teatral en todo el pais, y miembro de AADET (Asociación Argentina de Empresarios Teatrales).
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