OPINION
*Por Julio Belando
Cada vez que hablamos de Cultura se piensa en lineas generales en un concierto sinfónico, en una gala de ballet o hasta en un libro. Pero ese es apenas un aspecto de algo mucho más amplio que es la Cultura, lo que en pocas palabras podríamos definir como un conjuntos de costumbres, mandatos y aprendizajes adquiridos que nos llevan a ser como somos y a actuar como actuamos en una determinada sociedad y un determinado momento. Todos tenemos nuestra propia cultura, la tiene el habitante de la ciudad, el del campo y el de la villa.
Asi como el común de la gente entiende mal este concepto porque lo relaciona con actividades artisticas o solamente intelectuales ; los gobiernos , a veces, lo entienden peor, porque consideran a la Cultura como un gasto y destinan una exigua parte del presupuesto para la realización de algunas supuestas actividades culturales que cree que son necesarias para el pueblo (por aquello de pan y circo seguramente). Pero es muy difícil , al menos en la Argentina, que entiendan que la Cultura puede ser una gran inversión , y la fundamental para el desarrollo económico, y que al mismo tiempo, esa inversión suele conllevar también grandes réditos políticos.
Ya hablamos en una nota anterior sobre la forma en que la ciudad de Rosario planificó su desarrollo urbanistico y su actual boom economico desde hace más de 10 años por medio de la continuidad de sus políticas en todo sentido, pero y fundamentalmente, por su política de desarrollo cultural. Rosario, capital por excelencia de la Cultura en el interior, es hoy comparada con Barcelona por sus obras de arte. También hablamos de ejemplos muy conocidos de despegue económico y cultural en comunidades más chicas como las de Venado Tuerto y Rafaela, donde el poderío económico de sus pueblos se ve en las calles, pero también alli mismo uno ve su nivel de educación y cultura.
Ya dije, creo, que Cultura y desarrollo económico, van de la mano.
Mas que un botón de muestra: Pensemos ahora en un lugar mucho más lejano a Zárate y que tal vez vemos desde aquí como una tierra pobre e inculta, el Chaco por ej. Gobernada durante los últimos doce años por el radicalismo (de Rosas primero y de Nikisch después) , la ciudad capital, Resistencia, casi sin ningún atractivo natural en medio de una geografía inhóspita, logró convertirse en pocos años en la capital cultural del Nordeste. después de lo cual vino un gran desarrollo económico, siendo este año la Provincia que mas creció a un ritmo enédito del 25 %.
Los radicales, que entendieron el rédito político de la inversión cultural, hicieron de Resistencia un polo que atrae turistas sólo por su actividad cultural. Hace diez años abrieron su primer teatro, el Centro Cultural Guido Miranda, transformado hoy en la sala mejor equipada y administrada del país, con una programación permanente de grandes espectáculos y figuras. No hay en todo el país una sala como el Guido Miranda, realmente un teatro modelo (la última vez que Marcel Marceau vino a la Argentina actuó en Buenos Aires , en Rosario y en el Guido Miranda; lo mismo sucedió con Maurice Bejart y su ballet). Pero allí vienen también directamente músicos y actores extranjeros, que van directamente al Chaco sin pasar por la Capital Federal.
En Resistencia, capital nacional de la escultura, se celebra anualmente la Fiesta Internacional de la Escultura, a la que vienen artistas de todo el mundo y durante un mes tallan sus obras en la plaza principal; que ocupa cuatro manzanas; la ciudad es una fiesta durante esos dias, fiesta que se repite con el Campamento Musical, que se realiza también todos los años en la Isla del Cerrito, muy cerca de la ciudad, y a la que asisten los más grandes musicos del país y del extranjero. Otros centros culturales, museos, el anfiteatro, las ferias artesanales (que son una gran fuente de ingresos para la comunidad aborigen), las ferias literarias son parte de un gran circuito cultural que ha transformado la fisonomía de Resistencia. Muy poca gente lo hubiera imaginado hace años.
Con imaginación y esfuerzo , también el Gobierno del Chaco puso en marcha un tren a fines de los 90 – cuando se cerraban todos los ramales en el país – que recorre todos los pueblos del interior de la Provincia, dándoles una nueva forma de comunicación y abriendo camino al progreso.
En la ciudad de Saénz Peña, la segunda de la Provincia, el gobierno actual está por inaugurar en los próximos meses una sala teatral oficial muy similar al Guido Miranda. Ya funcionan alli cuatro pequeñas salas de teatro independiente, con sus respectivos grupos que trabajan todo el año, creando y difundiendo la cultura local. Y ni hablar de sus pintores, sus artesanos. En Saenz Peña, en el medio del Chaco, a 1200 km de Buenos Aires!!! También hay alli muy cerca, en la pequeña localidad de San Martín un grupo de teatro con una sala, el Teatro Griego, una verdadera joya. Pero…. hacen falta más ejemplos???
Por qué crece el Chaco? Simplemente porque es una sociedad que quiere superarse permanentemente y, contra sus adversidades climáticas naturales, pone imaginación y creatividad. Pone la Cultura por encima de todo. El Gobierno de Rosas lo entendió perfectamente y entendió que la inversión en Cultura da muy buenos réditos políticos. Sin ella la Provincia no sería lo que es hoy.
Para terminar, un pequeño dato: El mayor ingreso económico de los Estados Unidos (después claro de la venta de armas), lo producen las industrias culturales , que incluyen por supuesto los medios audiovisuales. Entonces, qué estamos esperando??
A los gobiernos mediocres les ha servido siempre un pueblo crédulo e ignorante. Pero los tiempos cambiaron, a los socialistas de Santa Fe y a los radicales del Chaco no les ha ido tan mal apostando a la Cultura.
* Julio Belando es periodista; profesor de Lengua e Inglés; ex colaborador de La Voz; fundador del grupo de teatro infantil CREARTE; director del Nuevo Teatro Nacional Rosario; productor de teatro; titular de JB Producciones, entidad que promueve la actividad teatral en todo el pais, y miembro de AADET (Asociación Argentina de Empresarios Teatrales).
viernes, 11 de enero de 2008
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