EL MIEDO A LA CULTURA
*Por Julio Belando
No es ninguna novedad que la Cultura ha sido siempre sinónimo de mala palabra entre quienes ostentan el poder, ya que desde tiempos inmemoriales se ha tratado de someter a los pueblos y las mentes con todas la herramientas a mano. Ya sea por la espada, la cruz o la palabra, todos los imperios de la tierra han cimentado su grandeza en base a la ignorancia de la gente. El poder se ha valido siempre de la Iglesia, las Fuerzas Armadas o sus leyes intocables para dominar y someter. Y la Cultura, en manos generalmente de los artistas, de por sí los más pensantes, porque son los artífices de la singularidad y el cambio han sido, casi siempre, muy temidos y atacados Es que el arte, la pintura, la literatura, el teatro, la música, la danza remiten siempre a la originalidad, a lo que es propio del individuo, a lo que lo hace persona, diferente y referente a la vez de la Sociedad. Y se sabe que la diversidad, la individualidad y la diferencia siempre son enemigas del poder. No se puede controlar a quien crea o piensa por si mismo. Y no es que los tiempos hayan cambiado mucho desde La Inquisición hasta ahora; los perversos mecanismos de control incluso se han perfeccionado tanto que los partidos y las democracias modernas han creado la ilusión de la libertad y la cultura, a través de la cultura de masas, que no es otra cosa que la masificación y sometimiento de la persona, en torno a lo que piensa, siente y consume la mayoría.En la década de los ochenta, en plena secundaria, tuve el orgullo de hacer una entrevista a nuestro Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, un gran luchador por derechos humanos. Recuerdo, como un “famoso” profesor de geografía, me señaló ese momento que, de haber cometido semejante acto algunos años antes, me podría haber costado la vida. De hecho, (tomé conciencia mucho tiempo después) de haber nacido unos años antes, hubiese sido un desaparecido más por mi manera de pensar, de sentir, de cuestionar. No es necesario decir que ese profesor y esa gente le tenían mucho miedo a la Cultura, a la gente que pensaba, que se animaba a hacer cosas creativas, a los artistas, porque de alguna manera son “diferentes”, en el sentido de que cuestionan la forma masificada de concebir la realidad. No por nada, una buena parte de la lista de desaparecidos y exiliados de los 70 está conformada por artistas, escritores y periodistas. No descubro América, si digo que la política de la dictadura fue apoyada por una gran mayoría civil, que le tenía miedo, no al comunismo o a la subversión y las bombas, sino simplemente a la gente “rara”, a los “hippies”, a los “progres”, a los artistas que sólo cometían el grave error de pensar o crear. Todo lo diferente para ellos era peligroso, y contagioso además., porque amenazaba la estabilidad del sistema, ponía en peligro la dudosa seguridad de la sociedad burguesa y sus valores cristianos. Por lo tanto debía ser destruido. Mucha de esa gente, que hoy milita dentro de lo que llamamos tercera edad, aún está al frente de instituciones, de las beneméritas fuerzas vivas, de nuestras asambleas legislativas, en nuestros entornos más poderosos e influyentes. Esa gente, aún cuando no haya tenido responsabilidad en la represión ni en las muertes de la dictadura, aún sigue pensando así y tomando decisiones por nosotros. Todavía hay gente que le teme a la Cultura porque crea diversidad, originalidad, controversia, y cree que a eso hay que combatirlo..-UN BOTON DE MUESTRAY para los que creen que eso ya pasó o que no nos toca de cerca, quiero contarles que hace pocos días pasé por el Cine –Teatro Unión (tema que me preocupa y del que hable en una nota pasada) y le pedí al Presidente de la Mesa Coordinadora de Jubilados, a cargo del edificio, que me mostrara la sala, lo que hizo gentilmente. Pude comprobar que realmente el teatro está impecable, la infraestructura con pisos de pinotea, escenario, camarines, baños en perfecto estado. Realmente una sala de las que ya no quedan en casi todo el país, cerrada a la Cultura, literalmente enrejada, para el acceso de la gente, la mayor parte del tiempo. Si bien pude recorrer el lugar, cuando pregunté: “Para que la usan?” enseguida aparecieron dos o tres señoras mayores, evidentemente muy molestas con mi inquietud , contestándome : “Solo para el baile de los domingos”; “Teatro y esas cosas acá no”; “Ya tuvimos muy malas experiencias”, y expresiones de ese tipo con lo cual dieron ellas por terminada mi visita; así que me retiré porque sentí que realmente molestaba mucho mi interés y mi presencia. Me quedé pensando en eso de “las malas experiencias”. Yo mismo, que trabajé alguna vez allí haciendo alguna obra infantil, sé que el teatro, el arte, es una cosa viva y que los teatros como las casas, las plazas, los juegos, todo, están hechos para ensuciarse, para romperse, para usarse, en fin … para vivir. Todo lo vivo se mueve, ensucia, hace ruido, molesta a alguien. Sólo los cementerios están en paz y quietud. Mucha gente grande se aferra a aquella vieja costumbre de guardar la vajilla de cristal cuidando que no se rompa para alguna gran ocasión que quizá nunca llegue. Esa misma sensación tuve en esa visita: “mejor mantengamos esto así limpito, cuidado y ordenado para el baile del domingo”, y encerrado tras las rejas , inaccesible, para cualquier otra inquietud fuera de lo común, lejos de lo acostumbrado. Otra vez el miedo a que la gente se exprese, a que las cosas crezcan… por las dudas, no vaya a ser que se rompan , se ensucien… o peor aún que la gente piense y se de cuenta . Cuantas veces escuchamos a la gente mayor quejarse de la falta de valores, de inquietudes o de proyectos de los jóvenes. Jamás se pondrán, nos pondremos a pensar de donde salen las nuevas generaciones, quiénes las forman, por que son como son. No nacieron todos de probeta ni vinieron de otra galaxia; son todos, somos todos todavía un poco hijos del miedo, prisioneros de la visión masificada de la Cultura que nos impide abrirnos y prefiere mantenerlo todo en orden,bajo llave y enrejado. Sería tan sencillo, tan constructivo, tan edificante , ahora que hablamos de la nueva democracia y del debate de las ideas , abrir un espacio a la Cultura, por tantos años cerrado. Y sin embargo todo funciona como entonces… “En el país del Nomeacuerdo, doy dos pasitos y me pierdo….” diría María Elena Walsh y se avergonzaría, como nos avergüenza a muchos, tener ese escenario vacío y en silencio, sin que a nadie se le ocurra pensar que es posible abrirlo.
NOS ESCRIBEN
Robo literario/plagio perpetrado por la lesbiana resentida María Elena Walsh dijo...
MIS QUERIDOS IGNORANTES:CLIQUEAR SOBRE "ROBO LITERARIO..."PARA LEER EL ROBO LITERARIO DE LA LESBIANA INSATISFECHA SEXUALMENTE, RESENTIDA CON ENVIDIA DEL PENE MARÍA ELENA WALSH A LA DOCENTE GANADORA DEL 2DO. PUESTO DEL PREMIO CLARÍN DE NOVELA 2005.
2 de agosto de 2008 17:25
CONTESTAMOS
MIS QUERIDOS IGNORANTES:CLIQUEAR SOBRE "ROBO LITERARIO..."PARA LEER EL ROBO LITERARIO DE LA LESBIANA INSATISFECHA SEXUALMENTE, RESENTIDA CON ENVIDIA DEL PENE MARÍA ELENA WALSH A LA DOCENTE GANADORA DEL 2DO. PUESTO DEL PREMIO CLARÍN DE NOVELA 2005.
2 de agosto de 2008 17:25
CONTESTAMOS
Estimado sabiondo; ya que nos tratas de ignorantes; gracias por tu información aunque de dudoso origen, tan dudoso como tu identidad. No cuesta nada identificarse, sobre todo si tenemos tanta confianza para tratarnos de burros.
Lo que no nos queda claro que tendria que ver la supuesta tendencia sexual de la creadora de Manuelita con lo demás. Por eso, en este blog aceptamos cualquier comentario, pero a los fascistas como vos todo nuestro puaj!!!!!!!!!. EL CIUDADANO
1 comentario:
MIS QUERIDOS IGNORANTES:
CLIQUEAR SOBRE "ROBO
LITERARIO..."PARA LEER EL ROBO
LITERARIO DE LA LESBIANA
INSATISFECHA SEXUALMENTE,
RESENTIDA CON ENVIDIA DEL PENE
MARÍA ELENA WALSH A LA DOCENTE
GANADORA DEL 2DO. PUESTO DEL
PREMIO CLARÍN DE NOVELA 2005.
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