lunes, 11 de agosto de 2008




FOTOS: BUSSI EN SU ESPLENDOR COMO COMANDANTE DE LA REPRESIÓN Y EL ACTUAL: DECADENTE Y LLORON

HISTORIETAS DE UN GENOCIDA LLORÓN
Opinión Por: Marcos Taire
(desde Tucumán especial para ARGENPRESS.info)

El genocida Antonio Domingo Bussi olvidó sus 'graves enfermedades', habló de una guerra que no existió pretendiendo justificar sus crímenes y no tuvo empacho en calumniar y agraviar a una de sus víctimas, el ex senador Guillermo Vargas Aignasse. Sus palabras motivaron una reprimenda del fiscal, quien le pidió respeto por la víctima y la airada reacción de uno de sus hijos, el diputado nacional Jerónimo Vargas Aignasse, quien le gritó 'viejo cobarde, asesino hijo de puta'.En el marco de la segunda sesión del juicio oral y público que se le sigue en Tucumán, Bussi escuchó la lectura de las graves acusaciones que pesan en su contra y leyó un testimonio plagado de mentiras y calumnias. El represor -al igual que su ex jefe Luciano Benjamín Menéndez- fueron acusados de haber cometido delitos de lesa humanidad, violación de domicilio, privación ilegítima de la libertad agravada, aplicación de tormentos reiterados, desaparición forzada de personas, homicidio calificado, asociación ilícita y genocidio.Bussi entró a la sala de audiencia del tribunal en una silla de ruedas y respirando de un tubo de oxígeno, a pesar de que los especialistas que lo revisaron varias veces los últimos días destacaron que no era necesaria esa asistencia respiratoria. El presidente del tribunal, Gabriel Casas exhortó al público a no hacer manifestaciones que pudieran interrumpir la sesión, advirtiendo a todos que si ello ocurría desalojaría la sala. El incidente protagonizado por la Pando en Corrientes sobrevolaba en el comienzo de la sesión en Tucumán.La defensa de Bussi, tras la lectura de la acusación, planteó varias cuestiones previas, que el tribunal derivó a su secretaría, en tanto el fiscal aceptó eliminar de la lista de testigos a dos personas ofrecidas por la acusación, en virtud de que no estarán presentes en el juicio. La defensa pretendió sentar en la sala al perito forense que había dictaminado que Bussi estaba en condiciones de asistir al juicio, lo que los jueces desecharon de plano.Bussi leyó un mamotreto que, con pocas variantes, ya presentó en otras causas. Durante su lectura, el genocida lloró una media docena de veces. En él habla de la supuesta 'guerra contra la subversión', 'operaciones militares', 'capturas' y no detenciones, 'muertos en combate' y no desaparecidos y asesinados, etc.Dos veces Bussi, confirmando su capacidad histriónica, interrumpió la lectura para darse vuelta y solicitar a uno de sus asistentes: '¿me da un poquito más de oxígeno, por favor'. Mintió al decir que todos los muertos fueron informados a la población, al afirmar que 'La Gaceta -diario matutino tucumano- es un archivo viviente de nuestras comunicaciones'.Al aludir a la detención, secuestro y desaparición del ex senador Vargas Aignasse, el genocida dijo que se trató de una orden de servicio emanada de la Junta Militar y comunicada a través del Comando del Tercer Cuerpo de Ejército, de 'cumplimiento ineludible'.Al término de la lectura del testimonio por parte de Bussi, el fiscal Alfredo Terraf formuló varias preguntas que provocaron contradicciones del acusado, quien en todo momento pretendió desligarse de sus responsabilidades, cargando las mismas sobre el Estado Mayor del Ejército y la Policía de la Provincia, en tanto desconoció su dependencia del Tercer Cuerpo que comandaba Menéndez.Las patotas, versión Bussi, ante una pregunta del fiscal, Bussi dijo que en Tucumán, durante el Operativo Independencia, operaron más de 20 Fuerzas de Tareas y que funcionaron en la provincia más de 100 'lugares de reunión de detenidos' (LRD en el lenguaje de los militares). Respecto de lo primero, hay que decir que en realidad actuaron en ese tiempo una decena de Fuerzas de Tareas, es probable que a Bussi lo haya traicionado el inconsciente y se haya referido a más de 20 grupos de tareas, es decir, las patotas que asolaron el territorio tucumano. Y respecto de los más de 100 lugares de detención que mencionó, probablemente haya querido decir que, aparte de los campos de concentración que funcionaron en la Escuelita de Famaillá, Jefatura de Policía, Cárcel de Villa Urquiza, Arsenal Miguel de Azcuénaga y otros, fueron chupaderos todas las bases militares y las comisarías de la policía provincial.Terraf, tras aclararle que él considera que no hubo guerra, le preguntó quién y cómo se había decidido la libertad de Vargas Aignasse, lo que forma parte de una mentira montada por Bussi y su defensa, que pretenden que la víctima fue secuestrada por guerrilleros después de ser liberada. Bussi, haciendo alarde de una desfachatez absoluta y una inmoralidad sin límites, dijo que él lo había decidido, en consulta con el Estado Mayor del Ejército, porque Vargas Aignasse 'delató a sus compañeros de ruta' y porque era un 'perejil' y un 'buchón'.En la primera fila de los asistentes al juicio se encontraban cuatro hijos del desaparecido senador. Uno de ellos, Jerónimo, diputado nacional del Frente para la Victoria, al escuchar que Bussi calumniaba a su padre, no pudo contenerse e insultó al represor. Hay que destacar que los familiares de Vargas Aignasse, hasta ese momento guardaron silencio y a lo sumo se les vio lagrimear cuando se leía la acusación, particularmente cuando se detalló el secuestro y las torturas a que fue sometido Guillermo Vargas Aignasse.Guillermo 'Chonga' Vargas Aignasse fue militante de un grupo denominado FANET (Frente de Agrupaciones Nacionales de Estudiantes Tucumanos), alineado a nivel nacional con Guardia de Hierro. Estaban lejos política e ideológicamente de Montoneros y la Tendencia Revolucionaria y habían expresado públicamente su rechazo y condena del accionar guerrillero.En el final de la sesión habló Menéndez. Se limitó a leer la misma declaración que leyó en el juicio en Córdoba en oportunidad en que fue condenado a cadena perpetua, con un par de agregados insignificantes. Menéndez dice que estos juicios son inconstitucionales, reclama ser juzgado por sus jueces naturales (militares) y que él es único responsable de lo que pasó en la jurisdicción del Tercer Cuerpo que comandó.A partir del próximo martes a las 09:30 de la mañana comenzará a escucharse las declaraciones de los testigos.

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